Cuentos Líquidos
Interactive sound and video site specific installation
water, speakers, sensors (microphones), video projections, pc software
Mula, Spain, 2006
Liquid Tales is an interactive sound and video installation that research into the history of an ancient (XVIII century) wine and oil cellar through the voices and memories of the inhabitants of the region (Mula-Spain). The title refers to the way we usually give shape to life experiences (a narrative) and to the liquid (water, oil or wine) that contained the amphoras.
By filling the old amphoras with water we recovered the old function of the cellar and invite the spectator to do the same gesture that people did when the cellar was in use: to pour liquid with a calabash (bottle gourd).
By pouring water the sound is activated and we can listen the voice of a person of the village telling us his memories. Each amphora contains the story of a different person and the tempo of the sound will depend on the flow with which we pour the water. If water flows suddenly the audio will hear at fast pace , if water flows slow the audio will sound slow and distorted.
By playing with the water we establish a relation of intimacy between our actions and the voices that emerge from each amphora filling up the space of the cellar. At the same time, in other part of the building, the portraits of the story tellers are projected and the image become lighter or darker, faster or slower, in relation with the flow of their voices. By this manner, the way in wich we pour the water affects not only the perception of the sound but also how the videos are perceived by visitors in other location of the building.
Liquid tales tries to pose questions about communication in a time where traditional mechanisms of experience transmission are being blocked by new information media.
Cuentos líquidos toma la antigua bodega de la Casa Pintada como punto de partida para una indagación acerca de la memoria local en forma de instalación interactiva. A través de ésta, el espacio del museo, una mansión del siglo XVIII que desde su construcción ha cumplido diversas funciones en la vida privada y pública de los habitantes de Mula, muestra las voces y los rostros de personas de diferentes edades que nos cuentan sus recuerdos a través del tiempo.
El título alude al modo en que habitualmente damos forma y sentido a la experiencia vital (el relato) y al antiguo contenido de la bodega (agua, aceite y vino). Boj y Díaz han recuperado la función de las tinajas -hoy vacías- y las han llenado de líquido para invitar al espectador a repetir el gesto más cotidiano que tenía lugar allí en los días en que la bodega cumplía aún su cometido: recoger y verter esos líquidos con una cetra.
Al hacerlo, el espectador activará la voz de un habitante de Mula relatando sus recuerdos. Que éstos surtan de forma fluida dependerá de la cantidad de líquido recogido y el ritmo en que lo vertamos. El dispositivo consigue que se establezca una relación íntima entre nuestros actos y las voces que manan en el concentrado y evocador espacio de la bodega, suscitando cuestiones acerca de la comunicación y la transferencia de la experiencia en una época en que los mecanismos de transmisión tradicionales han quedado bloqueados.
Paralelamente, en la planta baja del museo se proyectan los retratos videográficos de los narradores, retratos que van ganando o perdiendo nitidez en función de nuestros gestos. De esta forma, el modo en que manipulemos los líquidos no sólo determina la manera en que oímos e interpretamos las narraciones, sino que también modula la experiencia
de los visitantes que se encuentran en la planta de acceso.